El estudiante , debut en solitario del director Santiago Mitre, es una película importante. Por un lado por las discusiones que generó entre la crítica, que fue mayoritariamente elogiosa.
Pero también porque se metió de lleno, sin esquivar polémicas, con un mundo infrecuente en el cine argentino: el de la militancia universitaria.
El filme, que se estrenó el jueves pasado, cuenta la historia un joven que llega a Buenos Aires para estudiar en la UBA, de a poco empieza a vincularse con la militancia y pronto descubre un talento inesperado para la rosca política (ver Roque...).
Clarín vio la película junto a tres militantes de las fuerzas que más votos obtuvieron en las elecciones de la FUBA, en abril: Ignacio “Nacho” Koster (25), de la agrupación de izquierda La Mella; Juan Manuel Oro (28), de Nuevo Espacio; y Lucía Converti (27), de Encuentro Universitario. Y luego los invitó a charlar.
¿Qué les pareció la película? Ignacio: Hay una gran ausencia en el protagonista: no expresa ninguna propuesta. Entonces la película refleja más bien otro lado de la política, que en la universidad tuvo como principal exponente a Franja Morada. No creo que sea malintencionado, pero incluso veo una sátira del único sector que sí expresa por qué está militando: la izquierda dura, a la que se muestra caprichosa, necia, sin argumentos.
Lucía: La militancia del protagonista no tiene nada que ver con la construcción colectiva. Es súper personalista.
Juan Manuel: Lo que sí muestra la película es cómo a veces en una asamblea de cien personas se deciden cosas para una universidad de 300 mil estudiantes. Pero hay muchas cosas que la película no refleja. La historia se basa en un estudiante que no estudia.
¿Es un mito o es real lo de los militantes que no estudian? Ignacio: La película refleja un prejuicio, pero que en su momento era bastante real. Franja siempre tuvo militantes crónicos, tipos de 35 años que seguían dirigiendo agrupaciones estudiantiles. Nosotros somos una nueva generación. Yo particularmente soy buen alumno, estoy al día con la carrera. Por suerte hoy eso está extendido: nosotros lo trabajamos a conciencia, pero no somos los únicos.
Lucía: La militancia ocupa mucho espacio y puede estirar un poco la carrera. Pero la idea no es militar y dejar de estudiar.
¿Cómo se conjugan la militancia y el estudio? Ignacio: Nosotros tenemos un fuerte trabajo académico, con infinidad de publicaciones. En Económicas tenemos la revista Kamchatka , de debate económico. Ellos (por Lucía) tienen la Plan[h] . Además, este año realizamos el Foro Nacional de Educación para el Cambio Social, un encuentro nacional al que vinieron más de 100 mil estudiantes de todo el país.
Lucía: También es importante la discusión de los planes de estudio. En Económicas siempre hay una voluntad de cambio, porque la carrera quedó muy desligada de la economía después de 2001. Pero también se trabaja en otras facultades. En Medicina, por ejemplo, los estudiantes participan de campañas de vacunación en los barrios.
Juan Manuel: Hoy nosotros somos la conducción de Económicas. Gracias a la movilización, tuvimos el apoyo de más de 20 mil estudiantes...
Ignacio: Claramente movilización no es la palabra...
Juan Manuel: Pero que se acerquen a firmar es quizá mucho más productivo que movilizarse. Nosotros conseguimos que se dicten cursos de invierno en la facultad. O que muchos puedan cursar materias de manera virtual durante un cuatrimestre. Y que accedan al material de estudio gratis en un CD, lo que iguala las oportunidades. Estos logros se consiguieron con la militancia universitaria, desde el centro de estudiantes. Es una forma de gestionar y de hacer política.
Lucía: Hay una diferencia importante: una cosa es un centro de estudiantes y otra es la gestión de la facultad. Hay determinadas cosas que se pueden hacer porque todos los funcionarios de Económicas son del mismo espacio político que el centro de estudiantes. No dejo de reconocer que muchas cosas favorecen a los estudiantes, pero ese respaldo el clave.
¿Cómo ven la caracterización que hace la película de la izquierda, que tiene mucho peso en la UBA? Ignacio: Yo tengo muchísimas críticas a la izquierda tradicional argentina, pero la película la caricaturiza. Es demasiado crítica. Nosotros propusimos en el Consejo Superior que la UBA se pronuncie a favor de la despenalización del aborto. El movimiento estudiantil dio un debate con altura, a tal punto que la UBA se terminó pronunciando a favor. Fue una muestra de madurez. En la película se ve una izquierda boba que no se condice con la realidad.
Lucía: La izquierda más tradicional tira para atrás en determinados reclamos que el movimiento estudiantil tendría que llevar adelante, como el apoyo a la Ley de Medios.
Juan Manuel: La película no está tan errada. La violencia que muestra en una escena de la película un estudiante de ultraizquierda es la violencia que utilizan muchas de las agrupaciones que hoy pertenecen a la FUBA.
En la película hay una toma del Rectorado. ¿Eso es violento? Juan Manuel: La toma puede ser una herramienta. Pero yo no apoyo una toma que va en contra de la democracia en la universidad, de tirar piedras porque no te gusta el resultado de la elección de autoridades. Esos métodos no me representan.
Lucía: El tema es que hay una burocracia en la UBA que no permite que algunos reclamos se puedan tratar por otros canales de diálogo. Es como un corte de calles: se hace por necesidad, no por gusto.
Ignacio: Hay que ser muy reaccionario para estar en contra del método de la toma. En la UBA reformar el estatuto es una reivindicación histórica del movimiento estudiantil. Las elecciones no son democráticas porque sólo vota una pequeña porción de los docentes, los que están concursados.
Juan Manuel: Yo estoy a favor de la reforma del estatuto, pero no comparto los métodos. Eso lo quiero dejar recontraclaro.
Lucía: Como dice “Nacho”, los docentes no están bien representados dentro del cogobierno de la facultad.
¿Creció en los últimos años la militancia “nacional y popular”, vinculada al kirchnerismo? Juan Manuel: Yo creo que no.
Lucía: Hay un gran crecimiento en toda la UBA, aunque aún no se exprese en la conducción de un centro de estudiantes.
Ignacio: A La Cámpora le va mal en la UBA. Los estudiantes que votan a Cristina no votan a La Cámpora, porque ven a sus militantes como gente que está en algún tipo de alpinismo político.
Lucía: El campo nacional y popular está más expresado en Encuentro Universitario que en La Cámpora. Y no somos paracaidistas sino que tenemos años de construcción.
Foto:
Pero también porque se metió de lleno, sin esquivar polémicas, con un mundo infrecuente en el cine argentino: el de la militancia universitaria.
El filme, que se estrenó el jueves pasado, cuenta la historia un joven que llega a Buenos Aires para estudiar en la UBA, de a poco empieza a vincularse con la militancia y pronto descubre un talento inesperado para la rosca política (ver Roque...).
Clarín vio la película junto a tres militantes de las fuerzas que más votos obtuvieron en las elecciones de la FUBA, en abril: Ignacio “Nacho” Koster (25), de la agrupación de izquierda La Mella; Juan Manuel Oro (28), de Nuevo Espacio; y Lucía Converti (27), de Encuentro Universitario. Y luego los invitó a charlar.
¿Qué les pareció la película? Ignacio: Hay una gran ausencia en el protagonista: no expresa ninguna propuesta. Entonces la película refleja más bien otro lado de la política, que en la universidad tuvo como principal exponente a Franja Morada. No creo que sea malintencionado, pero incluso veo una sátira del único sector que sí expresa por qué está militando: la izquierda dura, a la que se muestra caprichosa, necia, sin argumentos.
Lucía: La militancia del protagonista no tiene nada que ver con la construcción colectiva. Es súper personalista.
Juan Manuel: Lo que sí muestra la película es cómo a veces en una asamblea de cien personas se deciden cosas para una universidad de 300 mil estudiantes. Pero hay muchas cosas que la película no refleja. La historia se basa en un estudiante que no estudia.
¿Es un mito o es real lo de los militantes que no estudian? Ignacio: La película refleja un prejuicio, pero que en su momento era bastante real. Franja siempre tuvo militantes crónicos, tipos de 35 años que seguían dirigiendo agrupaciones estudiantiles. Nosotros somos una nueva generación. Yo particularmente soy buen alumno, estoy al día con la carrera. Por suerte hoy eso está extendido: nosotros lo trabajamos a conciencia, pero no somos los únicos.
Lucía: La militancia ocupa mucho espacio y puede estirar un poco la carrera. Pero la idea no es militar y dejar de estudiar.
¿Cómo se conjugan la militancia y el estudio? Ignacio: Nosotros tenemos un fuerte trabajo académico, con infinidad de publicaciones. En Económicas tenemos la revista Kamchatka , de debate económico. Ellos (por Lucía) tienen la Plan[h] . Además, este año realizamos el Foro Nacional de Educación para el Cambio Social, un encuentro nacional al que vinieron más de 100 mil estudiantes de todo el país.
Lucía: También es importante la discusión de los planes de estudio. En Económicas siempre hay una voluntad de cambio, porque la carrera quedó muy desligada de la economía después de 2001. Pero también se trabaja en otras facultades. En Medicina, por ejemplo, los estudiantes participan de campañas de vacunación en los barrios.
Juan Manuel: Hoy nosotros somos la conducción de Económicas. Gracias a la movilización, tuvimos el apoyo de más de 20 mil estudiantes...
Ignacio: Claramente movilización no es la palabra...
Juan Manuel: Pero que se acerquen a firmar es quizá mucho más productivo que movilizarse. Nosotros conseguimos que se dicten cursos de invierno en la facultad. O que muchos puedan cursar materias de manera virtual durante un cuatrimestre. Y que accedan al material de estudio gratis en un CD, lo que iguala las oportunidades. Estos logros se consiguieron con la militancia universitaria, desde el centro de estudiantes. Es una forma de gestionar y de hacer política.
Lucía: Hay una diferencia importante: una cosa es un centro de estudiantes y otra es la gestión de la facultad. Hay determinadas cosas que se pueden hacer porque todos los funcionarios de Económicas son del mismo espacio político que el centro de estudiantes. No dejo de reconocer que muchas cosas favorecen a los estudiantes, pero ese respaldo el clave.
¿Cómo ven la caracterización que hace la película de la izquierda, que tiene mucho peso en la UBA? Ignacio: Yo tengo muchísimas críticas a la izquierda tradicional argentina, pero la película la caricaturiza. Es demasiado crítica. Nosotros propusimos en el Consejo Superior que la UBA se pronuncie a favor de la despenalización del aborto. El movimiento estudiantil dio un debate con altura, a tal punto que la UBA se terminó pronunciando a favor. Fue una muestra de madurez. En la película se ve una izquierda boba que no se condice con la realidad.
Lucía: La izquierda más tradicional tira para atrás en determinados reclamos que el movimiento estudiantil tendría que llevar adelante, como el apoyo a la Ley de Medios.
Juan Manuel: La película no está tan errada. La violencia que muestra en una escena de la película un estudiante de ultraizquierda es la violencia que utilizan muchas de las agrupaciones que hoy pertenecen a la FUBA.
En la película hay una toma del Rectorado. ¿Eso es violento? Juan Manuel: La toma puede ser una herramienta. Pero yo no apoyo una toma que va en contra de la democracia en la universidad, de tirar piedras porque no te gusta el resultado de la elección de autoridades. Esos métodos no me representan.
Lucía: El tema es que hay una burocracia en la UBA que no permite que algunos reclamos se puedan tratar por otros canales de diálogo. Es como un corte de calles: se hace por necesidad, no por gusto.
Ignacio: Hay que ser muy reaccionario para estar en contra del método de la toma. En la UBA reformar el estatuto es una reivindicación histórica del movimiento estudiantil. Las elecciones no son democráticas porque sólo vota una pequeña porción de los docentes, los que están concursados.
Juan Manuel: Yo estoy a favor de la reforma del estatuto, pero no comparto los métodos. Eso lo quiero dejar recontraclaro.
Lucía: Como dice “Nacho”, los docentes no están bien representados dentro del cogobierno de la facultad.
¿Creció en los últimos años la militancia “nacional y popular”, vinculada al kirchnerismo? Juan Manuel: Yo creo que no.
Lucía: Hay un gran crecimiento en toda la UBA, aunque aún no se exprese en la conducción de un centro de estudiantes.
Ignacio: A La Cámpora le va mal en la UBA. Los estudiantes que votan a Cristina no votan a La Cámpora, porque ven a sus militantes como gente que está en algún tipo de alpinismo político.
Lucía: El campo nacional y popular está más expresado en Encuentro Universitario que en La Cámpora. Y no somos paracaidistas sino que tenemos años de construcción.
Foto:
Ignacio “Nacho” Koster (25)
Agrupacion: La Mella (izquierda independiente)
Estudios: Economía (le falta una materia)
Estudios: Economía (le falta una materia)
Presidió el centro de estudiantes del Mariano Acosta en 2003. Hoy es uno de los dos presidentes de la FUBA.
Lucía Converti (27)
Agrupacion: Encuentro Universitario (sabbatellismo)
Estudios: Economia (le faltan cinco materias)
Estudios: Economia (le faltan cinco materias)
Comenzó a militar cuando cursaba el secundario. Hoy es una de las responsables de Encuentro Universitario.
Juan Manuel Oro (28)
Agrupacion: Nuevo Espacio (radicales y socialistas)
Estudios: es contador y estudia Administración
Estudios: es contador y estudia Administración
Fue presidente del centro de estudiantes de Ciencias Económicas. Hoy es secretario general de la FUBA.
Fuente: http://www.clarin.com/