13 feb 2012

POR LA CARGA DEL IMPUESTO A LAS GANANCIAS, AL AUMENTO SALARIAL LO FINANCIAN LOS DOCENTES

De acuerdo con un informe realizado por la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), si el Gobierno no elimina el pago de Impuesto a las Ganancias para los trabajadores, el virtual incremento salarial logrado en Paritarias sería financiado por los propios docentes.



    Así lo aseguró la presidente de la FEB, Mirta Petrocini, quien sostuvo que “si pensamos en un incremento salarial de un 30%, miles de docentes que hoy comienzan a pagar Ganancias después de casi dos décadas de trabajo, tendrán que tributar al poco tiempo de comenzar su actividad”.

    Según el relevamiento de la entidad gremial, en la actualidad más de 55 mil trabajadores de la educación están alcanzados por este gravamen.

    Del informe se desprende que, en la actualidad, un docente soltero con dos cargos de Maestro de Grado (MG) que recién se inicia, comienza a tributar a los 17 años de antigüedad en la docencia. Luego del incremento salarial del 30%, debería pagar Ganancias a los 2 años de haber comenzado a dar clases.

Es decir que, para este caso, el Impuesto a las Ganancias se corre 15 años en perjuicio del docente, morigerando un incremento que tiene como objetivo aliviar los castigados bolsillos del sector.

    “Por eso decimos que al aumento lo terminan pagando los mismos docentes, si no se elimina este impuesto para los trabajadores”, indicó Petrocini y agregó que “hay una lógica perversa si la lucha salarial se da en estos términos, ya que aquellos que logramos con semanas de debate y negociación, pasa a engrosar las arcas del Estado en detrimento del ingreso de los docentes”.

    Incluso, aquellos docentes que hoy quedan exentos del Impuesto, deberían comenzar a pagar Ganancias si no existe una inmediata reforma en este sentido. Por ejemplo, un educador con dos cargos de MG, casado y con un hijo, con 17 años de antigüedad, hoy no tiene obligación de tributar Ganancias. Luego del potencial aumento salarial, deberá comenzar a pagar este tributo.

    Algo similar sucede con un docente soltero que tiene un cargo de MG y uno de Secretario. Hasta el momento, esta obligación impositiva lo alcanza recién a los 10 años. Pero luego del incremento salarial, debería pagar Ganancias ni bien inicia su carrera.

    Los profesores tampoco quedan fuera de este perjuicio. Actualmente, un profesor con 25 módulos, 20 años de antigüedad, casado y con uno o dos hijos, no tributa Ganancias. Con un aumento salarial del 30%, debería comenzar a pagar este Impuesto.

    La FEB también viene reclamando la eliminación de los topes para la liquidación de las Asignaciones Familiares. En este caso, esa restricción alcanza a casi el 50% de los maestros o profesores con hijos menores de edad, quienes no perciben el beneficio porque superan el tope establecido en forma arbitraria por las autoridades. Las asignaciones por hijo las cobran aquellos trabajadores en relación de dependencia que perciben menos de 5.200 pesos.

    El perjuicio es tal que, algunos educadores llegan a destinar más de la totalidad del Aguinaldo (SAC) para el pago de Ganancias. Por caso, un docente con un cargo de MG y uno de Secretario, con 24 años de antigüedad y soltero, debe pagar durante todo el año una suma equivalente al 102% de su SAC.

    Para el caso de un docente soltero con un hijo, con un cargo de MG y otro de Secretario, el pago por Ganancias significa aproximadamente el 86% de su SAC. Y si ese docente es soltero y con dos hijos, termina pagando una cifra equivalente al 70% de su Aguinaldo.

    “Es absurdo que el docente deba relegar una conquista histórica como fue la obtención del aguinaldo, para pagarlo como Impuesto a las Ganancias. Estos ejemplos derrumban cualquier argumento a favor de esta insólita herramienta de distorsión impositiva”, aseguró Petrocini.

    Para la titular de la FEB “estas cuestiones revisten tanta importancia como el aumento salarial mismo, ya que cualquier futuro incremento termina repercutiendo negativamente en los bolsillos de miles de docentes que se ven obligados a pagar un impuesto injusto”.

    Petrocini sostuvo además que “no podemos seguir pensando que el salario de un trabajador debe ser considerado como una ganancia, como la renta que obtiene una empresa. El salario docente tiene carácter alimentario. Por eso exigimos la inmediata eliminación de este impuesto”.