El funcionario macrista defendió el Presupuesto 2012. La oposición señaló que de todos modos la inversión en educación del distrito no llega al 30% del total que dedican otros como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
El ministro de Educación Esteban Bullrich defendió ayer en la Legislatura porteña los números del área
incluidos en el Presupuesto general 2012 que el macrismo elevó la semana anterior, pese a que la información de la cartera educativa estaba incompleta y los legisladores de la oposición le reclamaron más detalle en las cifras, y cuestionaron presunta discrecionalidad en algunos ítems, y le puntualizaron retrasos en las obras de infraestructura escolar, el pago de becas y los fondos a las cooperadoras.
Los números expuestos (que pueden consultarse en la Web) hablan de un crecimiento nominal del 28,5% respecto del ejercicio actual y de una suba sostenida en los recursos para el área. “Todo el trabajo que se viene haciendo desde lo pedagógico hasta la inversión en infraestructura viene dando buenos resultados y, por primera vez, en los últimos dos años la matrícula ha crecido, y eso es muy importante. La prioridad de este gobierno es una educación pública, gratuita y de calidad para todos los chicos de la Ciudad de Buenos Aires, y vamos a seguir trabajando para ellos y para tener la mayoría de los alumnos en las escuelas estatales”, resumió Bullrich al inicio de una exposición que junto a las preguntas de los diputados se extendió durante cerca de cuatro horas.
El funcionario aseguró que no subejecutaron el presupuesto actual y “no hay ninguna reducción en ningún ítem” de la proyección calculada para el año próximo, aunque el documento presentado tenía errores de carga en el ítem de educación especial que Bullrich reconoció y prometió corregir en 48 horas con la información correcta.
Todos los cuestionamientos e intervenciones surgieron de los legisladores de la oposición, pese a que la mayoría de los presentes era del PRO. Los primeros provinieron de Francisco Nenna (Encuentro Popular para la Victoria) respecto de la porción del presupuesto general que se destina al sector, poco más de 26%, que está debajo del 30% que sí dedican Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza (Bullrich replicó que partían de diferentes números en la ecuación) y la demora en el pago de becas (que el ministro aseguró desconocer) y la finalización de obras de infraestructura, tema recurrente de las críticas.
También se atacó la baja en el rubro informatización, que Bullrich explicó que era porque ya no invertirán en la compra de equipos sino en el mantenimiento de los mismos; el incremento superior al 32% de los fondos para instituciones de gestión privada, que el funcionario aseguró que era para el pago de los aumentos salariales y las inequidades en los recursos que se destinan para escuelas y alumnos de la zona sur de la Ciudad con los de la zona norte.
La diputada María Elena Naddeo destacó lo carísimo que resulta el Plan de Educación Digital y la falta de información respecto del área de educación especial y en materia de educación sexual.
La intervención más celebrada fue la del diputado Martín Hourest, para quien el presupuesto en general y el educativo en particular no resuelve la brecha entre el sur y el norte porteño, que demostró con datos oficiales; además de cuestionar que muchas acciones del Ministerio surgen por planteos de ONG en Tribunales. “Cuando la política se resuelve en la justicia, es porque la política fracasó”, advirtió. También opinó que el sistema estatal de educación “captura” a los que no pueden entrar o son expulsados del privado y que es sostenido el abandono del Estado sobre la educación.
Bullrich coincidió con el diagnóstico y aseguró que trabajan en reducir las brechas y que ello no se consigue “con computadoras o edificios”. Sobre el final se enredó en una discusión con Nenna, Naddeo y Aníbal Ibarra sobre falta de decisión política para avanzar en el polo educativo de Mataderos y en el barrio Piedrabuena. Por