23 ene 2012

Más chicos inician primer grado en escuelas privadas

Lo reveló un estudio privado con datos del INDEC. Antes, el pasaje de un sistema al otro era posterior. Se da con fuerza en los sectores de menores ingresos. Los especialistas hablan de un cambio cultural.

Dentro de las clásicas “antinomias” que atesora la cultura argentina, la de escuela pública versus escuela
privada es una de las importantes. Básicamente, porque de esa elección depende el futuro educativo de los hijos. ¿Y qué está pasando en los últimos años? Ha habido un cambio de paradigma, según advierte el Centro de Estudios en Políticas Públicas (CEPP) en base a un trabajo realizado sobre la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC. La conclusión es que cada vez son más los alumnos que empiezan a estudiar directamente en las escuelas privadas, sin siquiera probar primero en las públicas.
Históricamente, el paso a las instituciones privadas se daba a partir del segundo o tercer año del ciclo educativo , cuando el alumno no se podía adaptar al sistema o porque sus padres preferían cambiar sobre la marcha por la otra opción. Ahora, el fenómeno de empezar a educar a los hijos con uniforme en lugar de con guardapolvo blanco se ve con gran incidencia y sobre todo en los sectores más pobres de la sociedad.
En 2003, sólo el 8% de las familias de todo el país que ganaban hasta 725 pesos (el quintal más bajo de la población) mandaba a sus hijos a la escuela privada, y en 2011 pasó al 12,3%. Y entre las familias que ganan hasta 1.200 pesos, el porcentaje creció del 19% al 32%.
En términos globales, sin distinción de clase social, la cantidad de alumnos de seis y siete años en escuelas privadas pasó del 26% en 2003 a 37,5% en 2011. Es decir, un incremento de más de 11 puntos porcentuales, en detrimento de la matrícula de los colegios del estado. También se da un aumento en el segmento de chicos de 5 años, en edad de preescolar: el 25% que tenía la matrícula en el sector privado en 2003 pasó a ser del 34% en 2011.
El contraste se puede ver con claridad al comparar ese comienzo de la escolaridad con los últimos años de la secundaria. Mientras en 2003 representaban ese mencionado 26% los alumnos de 6 y 7 años que concurrían a una escuela privada, los estudiantes de 16 y 17 años que terminaban sus estudios en privadas era mayor: 27,3%. Ahora esa relación se invirtió, y del 37,5% inicial pasa a 25,2% en el final del secundario, es decir, 12 puntos porcentuales menos.
A pesar de que en el país hubo durante los últimos años una mayor inversión en educación (más del 6% del PBI), al mismo tiempo la escuela pública arrastró un “problema de reputación” que no puede terminar de resolver. Una encuesta reciente que realizó Clarín y en la que participaron casi 8 mil personas reveló que el 61,7% considera que las escuelas privadas son mejores que las públicas.
Ya desde el punto de vista cualitativo, un informe de la consultora TNS Gallup sobre más de 1.010 casos en todo el país concluyó que la inestabilidad de la escuela estatal por los paros, la mala administración del gasto y la mala imagen de los gremios son tres de los principales problemas que acarrea la educación.
El informe del CEPP pone el foco en que la escuela privada es “una nueva opción cultural que habla de una reconfiguración de la idea de escuela pública de gestión estatal en la sociedad”. El relevamiento da cuenta, además, de que “la Asignación Universal por Hijo no tuvo un impacto importante en el aumento de la matrícula”, aunque reconoce que una mejor situación económica relativa en estos últimos 8 años puede haber hecho que los padres estén dispuestos a realizar una inversión de mayor en la escolaridad de sus hijos.
Cifras de la Asociación de Entidades Educativas Privadas (Adeepra) dan cuenta de esa nueva “opción cultural” de las familias: en 1997, 1.046.000 alumnos bonaerenses asistían a escuelas privadas, mientras que ese número creció a 1.475.000 en 2009.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) se hizo eco de este fenómeno y desde el año pasado viene advirtiendo que entre 2002 y 2007 las escuelas públicas bonaerenses, primarias y secundarias, perdieron 99.295 alumnos, lo que significa un 4,6%. Y que en ese mismo período, las matrículas de las privadas crecieron un 13%.
Alfredo Fernández, de Adeepra, señala que la mayoría de las escuelas privadas de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires –que ofrecen los niveles preescolar, primario y secundario– en general tienen sus matrículas completas y casi no tienen vacantes disponibles. “Entonces las familias que se decidieron por una escuela privada para la educación de sus hijos tratan de hacerlos ingresar al colegio lo antes posible. Ese es un modo de asegurarse la vacante para la primaria”, explicó Fernández.
“El factor principal en este cambio es simplemente que los padres perciben que en las escuelas privadas es mayor la cantidad efectiva de días de clase y mejor la organización. Esa percepción hace que apenas se los permita su situación económica, las familias hagan el esfuerzo de mandar a los chicos a una escuela privada, aunque sea a una parroquial”, dice Juan José Llach, ex ministro de Educación de la Nación. Y agrega que esto se da sobre todo en la provincia de Buenos Aires. “No sé si hay un deterioro de la escuela pública, pero sí existe una percepción de que es así, lo que debería ser un llamado de atención”, opina el experto.
“En la Argentina la escuela pública tuvo su momento de auge en la primera mitad del siglo XX”, explica Inés Dussel, investigadora del Conicet. Y agrega: “Más que pública o privada, me parece que hay que mirar los problemas del sistema educativo en su conjunto –dice Dussel–. Segmentación social, empobrecimiento y superficialidad en lo que se enseña, problemas serios para organizar un orden de trabajo (disciplina, atención, compromiso y disposición a trabajar). Esos problemas los tienen la mayoría de las escuelas, públicas y privadas, y habría que atenderlos de manera urgente”.
La opción por la escuela privada está ocurriendo aun cuando las condiciones de estudio en muchas de ellas no son las mejores desde el punto de vista social: la discriminación aparece como la contra más importante. Según un trabajo publicado en 2011 por Unicef y Flacso, la discriminación alcanza cotas más altas en el sistema privado, con más casos de violencia, maltrato, acoso y hostigamiento entre compañeros, que en las escuelas públicas. Por Diego Geddes. COLABORO: LEO GONZALEZ PEREZ

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