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“Las pruebas de educación dan una posibilidad de aprender”, dijo ayer el especialista estadounidense Gilbert Valverde durante una conferencia en la Universidad Di Tella. “ Lo que se ve en los últimos años es un creciente interés por parte de los países para participar en evaluaciones educativas ”, señaló Valverde, que llegó a nuestro país gracias al apoyo del programa de Fulbright Argentina y que también participó en conferencias en la Universidad de San Andrés.
Cada vez más, los resultados de las pruebas internacionales se utilizan de la misma manera que otros índices internacionales que pueden servir, por ejemplo, para establecer tarifas entre dos países. Y si bien estas evaluaciones realizan su aporte central al campo educativo, es también posible relacionarlas con la competitividad de los países en estructuras económicas globales y funcionan como un estándar de calidad a la hora de establecer acuerdos o convenios.
L os resultados de la evaluación PISA de las últimas tres ediciones mostraron un pobre desempeño de los alumnos argentinos . Sin embargo, Valverde cuestionó el método de equiparación de datos que tiene esta evaluación. “Los errores de equiparación parecieran ser mayores para la parte inferior (del ránking). Las inferencias sobre mejoría, deterioro o estancamiento en América Latina son las que debemos volver a examinar”, dijo Valverde, presidente electo de la Sociedad Internacional de Educación Comparativa y también con amplia trayectoria en el campo de evaluación educativa y de los estudios internacionales comparados de política educativa.
De todas maneras, el especialista aclaró que hay razones suficientes como para dar por válido el hecho de que Chile mostró una creciente mejoría y que hay un deterioro en la calidad educativa de nuestro país . La falta de una cultura de la evaluación también incluye (ver La Argentina...).
Valverde señaló que Argentina es un país que hay que estudiar. “En la mayoría de los ítems comunes, el patrón argentino promedio difiere del resto de los países de la región”. Dio un ejemplo: aquí los alumnos contestan menos cantidad de preguntas que sus pares de otros países, que aunque se equivoquen tienden a contestar todas”, dijo el especialista.
El especialista también alertó sobre el hecho de que “no se aprovecha lo suficiente a nivel regional una herramienta de evaluación como es PISA”. Y concluyó: “Hay mucho en esos datos que surgen que merece ser explicado”. Por Diego Geddes
Fuente: http://www.clarin.com/